Incendios, podcasts y síndromes.
De cómo se juntan el síndrome del incendio, el síndrome del impostor y el liderazgo.
El síndrome del incendio.
Uno de los muchos (demasiados) proyectos que tengo en un futuro es el de escribir un libro en el que aproveche de alguna manera esta (casi) década ya en la dirección de un centro educativo. A veces, comentándolo con mi jefa de estudios (creo recordar que el único cargo que se ha mantenido inalterable en estos años) hablamos de que es una pena que no se nos hubiera ocurrido apuntar en una libreta o en un diario todo lo que nos va ocurriendo en el día a día. No os exagero. Todos y cada uno de los días tienen algo digno de recordar. Cómo eso ya no va a ser posible y hay cosas (demasiadas) que se nos han olvidado, manejo la idea de escribir algo sobre liderazgo educativo, gestión de centros, de personas, etc. No sé si soy un experto sobre el tema pero al menos he sobrevivido a estos años sin demasiadas heridas en este sentido.
En alguna formación de directores, hemos hablado sobre que es lo que más ansiedad nos causa en este sentido. En mi caso, no es el día a día ni la burocracia (que a otros compañeros/as los abruma) ni la rendición de cuentas a inspección o delegación. Es algo mucho más sútil y que supongo tiene que ver con una necesidad de controlar todos los aspectos. Es el hecho de que, aunque tú lo tengas todo atado, aunque el 95% de tu claustro sepa por donde tiene que ir y lo que tiene que hacer, siempre puede haber un gesto, un mínimo hecho de alguien que te destroce todo lo construido hasta el momento. Una mala palabra a un alumno determinado en un momento determinado, un enfrentamiento absurdo con una familia… Este tipo de cosas suponen a veces más de la mitad de nuestro tiempo y aquí no hay ni método de productividad ni filosofía que te lo gestione. Tienes que apagar un fuego que no solo no has encendido tú, sino que te han encendido otros casi por capricho, por demostrar que saben más que tú de algo o por orgullo. Y entras muchos días al centro con esa pequeña angustia, que imagino que tienen muchos/as de los que gestionan personal o recursos humanos.
Podcasting educativo en vena
A nadie le sorprende saber de mi amor por el podcasting. Desde mi etapa como docente en pueblos muy pequeños y el descubrimiento de este medio, creo que ha sido mi forma fundamental de entretenimiento e información. Sin embargo, salvo algún intento aislado, he tardado mucho en incorporarlo a mi docencia. Y cuando lo he hecho ha sido más bien a nivel de centro.
Dentro de las actuaciones del programa PROA+ (con fondos europeos) decidimos contratar a dos profesionales del mundo periodístico para que explicarán al alumnado de nuestro centro lo que es el podcasting y ver si eramos capaces de aplicarlo a nuestro día a día. Todo el alumnado recibió cuatro talleres (guion, edición, grabación, etc.) y se les dio oportunidad de manera voluntaria de que grabaran algo para iniciarse. Sorprendentemente, más de 100 alumnos y alumnas participaron en la grabación y edición y con los podcasts surgidos realizamos un maratón.
Uno de los pilares de mi actividad como director es la de mostrar a toda la comunidad lo que realizamos en el centro y, por tanto, decidimos mostrar a la prensa local lo que habíamos conseguido. No deja de sorprenderme el cariño y el interés que muestran los medios de comunicación ante cualquier actividad que hacemos lo que hace que se dispare hasta límites también insospechados el síndrome del impostor que todos tenemos. Llevo un par de días atendiendo medios que quieren saber lo que hemos hecho y como, y que nos felicitan por ser el único centro educativo que abre sus puertas de esta manera. Supongo que algo se estará haciendo bien. Otro capítulo más para el libro.
Almas en pena de Inisherin
Cuando llegan estas fechas, de forma habitual, son dos eventos los que acaparan mi tiempo de ocio: el Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz (que se inicia mañana) y la entrega de los Oscars de Hollywood. Aunque la entrega sea solo una noche, procuro hacer bien los deberes y llegar a esa noche habiendo visto todas las películas nominadas. Aunque dichas nominaciones aún no se conocen, pocas dudas hay de que una de las cintas que estarán en ella es Almas en pena de Inisherin, película dirigida por Martin McDonagh y protagonizada por Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon y Barry Keoghan. Esta película no está estrenada aun en España y reconozco que la he visto por medios poco legales.
La película tiene un tono de comedia que parte de una premisa muy sencilla: en un pueblo irlandés (más bien una isla) durante los años 20, dentro de una población muy pequeña, el personaje de Brendan Gleeson le dice al de Colin Farrell que no quiere volver a ser su amigo nunca más. Nada ha pasado entre ellos y durante toda la película el personaje de Farrell intenta indagar sobre lo ocurrido y que las cosas vuelvan al status quo anterior. Al final, llegamos a un tono más de comedia negra que nos habla sobre la depresión y el estancamiento. Una película muy recomendable en la que destacan las interpretaciones de los cuatro actores principales, y especialmente, la de Colin Farrell, un actor que no suele ser de mi agrado pero que aquí está espléndido.
Nada más por esta semana. Os agradezco vuestros comentarios y vuestro cariño al proyecto. Volvemos la semana que viene. Comparte el post con quien quieras.